Esta es, sin duda, la pregunta que revolotea por la mente de todo empresario familiar que se precie. En los veinticuatro años de ejercicio profesional ininterrumpidos que llevo a cuestas, jamás me he encontrado a uno de ellos que no se lo haya cuestionado siendo, además, su anhelo. Incluyo a aquellos que dicen, aún con la boca pequeña, que desean que sus hijos estudien una carrera y trabajen fuera del negocio familiar que él o sus antepasados han creado.
Las cifras son contundentes: en España el 85%, en la Comunidad Valenciana el 91%, – unas 132.000- son empresas familiares y sólo el 1% llega a la 4ª generación. Hablemos pues de continuidad de los negocios familiares y, por ende, del sueño del fundador.
Los empresarios familiares están hechos de una pasta muy especial. Casi todos encierran la misma o parecida historia. A sus espaldas cuelgan relatos de hombres y mujeres con coraje, hechos a sí mismos y que han desarrollado con gran éxito un proyecto empresarial que empezó muy pequeñito y que, gracias a su labor, pasión, entrega, sacrificios, horas interminables de trabajo, muchas renuncias y gran visión empresarial, han conseguido sacar adelante. Muchos de ellos han logrado convertirse en referentes mundiales hoy en día. Inditex, Mercadona, Cárnicas Serrano, Mango, Dormitienda y Pedro Pérez SLU, son sólo unos cuantos ejemplos de éxito.
Pero no olvidemos que esta es sólo una cara de la moneda. Grandes empresas familiares como Porcelanas Lladró, que llegó a conquistar el mundo con sus bellas figuritas, conoció la otra cara y sucumbió como tal, entre otras, por no tener previsto un plan de sucesión que asegurase el relevo generacional.
El protocolo familiar es el mejor amigo del empresario familiar porque pone sobre papel su sueño de continuidad empresarial.
Entonces ¿de quién es la responsabilidad de procurar la continuidad de la empresa? Es del empresario familiar y/o fundador, porque conoce mejor que nadie su empresa y a su familia. ¿Cómo puede hacerlo? Sólo a través de un protocolo familiar o plan de continuidad para su empresa familiar. ¿Qué es un protocolo familiar? Es el mejor amigo del empresario familiar ya que pone sobre papel su sueño de continuidad empresarial. ¿Cuál es el profesional más adecuado para realizarlo? Usted mismo se responde y por las mismas razones que, teniendo médico de cabecera generalista, acude al especialista cuando se trata de un problema de salud específico.
A lo largo de mi trayectoria profesional y conferencias tratando este tema, me he encontrado con muchísimos empresarios familiares ejemplares. Uno de ellos y de gran éxito me dijo una vez que los empresarios familiares son demasiado fuertes y responsables como para esconder la cabeza debajo del brazo y mirar hacia otra parte. Eso no está en su ADN porque están acostumbrados a tomar las riendas del negocio y de su vida. Me quedo con esta frase y pregunto ¿las riendas hasta el final?
Llegados a este punto, ¿para qué necesita un protocolo familiar de su empresa?, ¿para dejar una sucesión ordenada y no una guerra familiar cruenta?, ¿para añadirle valor a su legado mejorando el negocio heredado o creado?, ¿porque aporta transparencia, fiabilidad y seguridad de su negocio de cara a los mercados exteriores, proveedores, clientes y bancos?… Podríamos continuar pero, sobre todo, porque usted y yo sabemos que su mayor deseo es que su legado – por el que tanto ha luchado durante toda su vida – perviva a través de generaciones y no desaparezca como lágrimas en la lluvia.
La continuidad empresarial de su negocio familiar depende de usted. Es, sobre todo, una cuestión de conciencia el saber que uno se marcha dejando las cosas bien hechas, bien atadas. Si quiere que su sueño se cumpla, debe poner los medios.